Donación de unos 33 000 dólares a 17 niños que sufren de enfermedades cardíacas y pobreza

“Ha sido difícil para ustedes reunirse en este gimnasio en este caluroso verano. Oh, ¿aún no es verano?”

El 10 de diciembre, el gimnasio Seongnam, donde se reunieron más de 6000 miembros, se llenó de risas por las bromas del cantante Yu-yeol. El 4.º Concierto Nueva Vida se llevó a cabo para ayudar a los niños que sufren de enfermedades y pobreza. Como dijo Yu-yeol, la sala de concierto se llenó del calor del amor, así que parecía verano incluso en diciembre.

El Concierto Nueva Vida, que fue organizado por la Fundación de Bienestar Nueva Vida y patrocinado por JoongAng Ilbo, comenzó a las 6:30 p. m., y duró aproximadamente tres horas incluyendo la ceremonia de entrega de donaciones.

Los miembros de la Fundación de Bienestar Nueva Vida fueron entusiasmados a ayudar a su prójimo desafortunado; formaron filas desde dos horas antes del evento y llenaron los asientos al máximo; algunos se sentaron en las escaleras y otros se quedaron en los pasadizos. Antes de iniciarse el evento, se presentaron un vídeo sobre mensajes de felicitación; eran de parte del Patrocinador Principal de la Fundación de Bienestar Nueva Vida, Lee Soon-jae; del gobernador de la provincia de Gyeonggi, Son Hak-gyu; y del director del Hospital Bundang Jesaeng, Yu Hui-tak. Fue seguido del vídeo promocional de la fundación que contenía sus actividades de servicio voluntario.

En el vídeo promocional, apareció un niño vietnamita con cardiopatía. El niño recuperó la salud tras una operación con la ayuda de la Fundación de Bienestar Nueva Vida. Al ver a la madre vietnamita angustiada mirando a su hijo adolorido, las madres de los niños con enfermedades cardíacas o leucemia derramaron lágrimas, como compañeras de sufrimiento.

En la ceremonia de entrega de donaciones, la Fundación de Bienestar Nueva Vida entregó donaciones y regalos al prójimo que tenía sus propias historias dolorosas. Se entregó un total de 45 millones de wones (equivalente a unos 33 mil dólares) como gastos médicos y de manutención a 17 niños: dos niños con enfermedades cardíacas, cuatro con leucemia, dos con enfermedades raras y nueve hogares sin padres. Muchas figuras de diferentes posiciones sociales asistieron al este significativo evento y lo felicitaron: Song Pil-ho, director representativo de JoongAng Ilbo; Lee Yun-su, Cho Seong-jun, Ko Heung-gil e Im Tae-hui, congresistas de la ciudad de Seongnam; Kim Eul-dong, congresista del Gran Partido Nacional; Heo Un-na, presidenta de la Universidad de Información y Comunicaciones de la República de Corea; Son Byeong-su, director representativo de Forbes Corea; Joanne Lee, directora principal del Diario Women; Cho Min, médico del Instituto Coreano para la Unificación Nacional y Choi Ho, director del Instituto de Investigación Cultural Open Society. Cho Sun-hyeong, líder del Partido Democrático del Milenio, y Lee Myeong-bak, alcalde de la ciudad de Seúl, enviaron mensajes de felicitación.

La Presidenta Zahng Gil-jah animó a los miembros que cuidaban de nuestro prójimo desfavorecido, expresando: “El concierto de hoy ha sido preparado con amor, y será recordado como la eterna belleza”. Asimismo consoló a los niños que sufren de enfermedades cardíacas, leucemia y enfermedades raras y a sus padres, así como a los hogares sin padres, manifestando: “No pierdan la esperanza”. El concierto comenzó con las bellas canciones del Coro Infantil Nueva Vida.

Luego, las hermosas canciones de un cuarteto, la actuación de una orquesta, el Pansori infantil “Heungboga”, y una representación de Samulnori, crearon una sala de conciertos llena de emoción. Los miembros agitaban barras luminosas y sus teléfonos celulares, en respuesta al ferviente canto de los miembros Kim Dong-wuk, Bae Gyeong-seop y Kim Jae-hun, y de los miembros honorarios Yu Yeol y No Sa-yeon.

El Dr. Cho Min del Instituto Coreano para la Unificación Nacional evaluó las actividades de la fundación y el entusiasmo de los miembros, diciendo: “Si no tuvieran un sentido especial del deber, sería imposible que ayudaran siempre a los demás”. Los brillantes rostros de los miembros, que salían del auditorio, demostraban que la pequeña práctica del amor trae felicidad al prójimo y también a nosotros mismos.