“Esperamos que nuestra pequeña ayuda pueda darle una gran esperanza”

Un anciano llamado Nam Cheon-woo (67 años) está recibiendo tratamiento después de una cirugía de cáncer en el Centro Nacional del Cáncer de Corea. El médico indica que todavía necesita quedarse en el hospital para recibir tratamiento, sin embargo, él sigue insistiendo en ser dado de alta. Esto preocupa a su hija menor Nam Gi-soon (32 años), quien siempre está a su lado, cuidándolo.

Su petición de ser dado de alta a pesar de la insistencia del médico se debe a su preocupación por los gastos hospitalarios. Vivía solo en una habitación alquilada sin calefacción, se ganaba la vida recogiendo papel de desecho, y en junio le diagnosticaron cáncer de esófago. El 8 de septiembre fue operado y apenas se salvó de morir, dependiendo de varios dispositivos de asistencia en una unidad de cuidados intensivos, por unos diez días, y ahora se encuentra en una sala general. Como beneficiario público, tiene un certificado médico de primera clase, lo cual ayuda a reducir significativamente los gastos hospitalarios. Sin embargo, se sometió a una cirugía mayor y necesita permanecer en el hospital por más tiempo. Por esa razón, no puede pagar sus gastos médicos. Su esposa falleció hace décadas y tiene tres hijos, pero todos atraviesan dificultades económicas y ni siquiera pueden conseguir un préstamo bancario.

Su hija menor Nam Gi-soon tampoco goza de una buena situación económica. Su esposo trabaja en el extranjero. Estando embarazada, hizo todo lo posible por cuidar a su padre enfermo y administrar los costos de la cirugía, pero tuvo que gastar todo el dinero que había ahorrado para el parto y posparto y luego no supo qué hacer. Solicitó ayuda a muchas organizaciones sociales, pero todas rechazaron su petición. Posteriormente, se enteró por medio de una oficina gubernamental que la Fundación de Bienestar Nueva Vida brindaba apoyo médico a niños con enfermedades cardíacas. Con una débil esperanza, se comunicó con la oficina de la fundación y pidió ayuda.

Después de escuchar la historia de una hija que se preocupaba por su padre y lo atendía, aunque ella estaba a punto de dar a luz, la Fundación de Bienestar Nueva Vida visitó el pabellón de su padre Nam Cheon-woo, y el 27 de octubre le entregó sinceras donaciones de parte de los miembros de la fundación. Al escuchar sus palabras de ánimo, Nam Gi-soon expresó su agradecimiento: “No tenía a dónde acudir en busca de ayuda, pero ustedes vinieron rápidamente y nos apoyaron. ¡Muchas gracias!”. Agregó: “Después del parto, trabajaré arduamente y durante toda mi vida ayudaré a los que se encuentran en peor situación que yo”. Con la esperanza de que sus pequeños esfuerzos brinden una gran esperanza en la vida de su prójimo, los miembros desearon que su padre recuperara la salud y que ella tuviera un parto seguro, transmitiéndoles palabras de aliento.