Me alegró mucho escuchar sobre el Desafío Tengamos VALOR. Era similar a la política de la tienda donde trabajo: “No proporcionamos bolsas de plástico. Los clientes deben traer sus propias bolsas.” Muchas personas aún no se han adaptado a la política, pero creo que las tiendas deben hacer algo por el medio ambiente. Participé en el desafío cuando compré los ingredientes para los fideos con pollo en una tienda cerca de mi casa. El dueño estaba muy emocionado y alegre cuando le pedí el pollo y me lo dio en el recipiente que había traído. Quiero tener una influencia positiva en las personas que me rodean haciendo el desafío continuamente.

Le pedí al restaurante cerca de mi casa que pusiera el cerdo salteado picante con arroz en el contenedor que traje. El propietario estaba familiarizado con ello y dijo: “A veces, hay clientes que traen sus contenedores”. El dueño del restaurante dijo que estaba haciendo un buen trabajo y me dio más comida que la cantidad normal. Me preocupaba que el dueño del restaurante lo encontrara inconveniente para él, pero en cambio, recibí un cumplido y me dio más comida. Me sentí orgulloso de convertirme en un pequeño héroe que protege el medio ambiente.

Visité una pequeña tienda que vende bebidas y comida. Le expliqué a la propietaria sobre el desafío y estuvo complacida de ayudarme con él. Dijo que pensaría en un evento que beneficiaría a quienes traen un recipiente reutilizable. Estoy feliz de que mi pequeña práctica tenga una buena influencia en nuestra comunidad.

Le conté al dueño de la tienda que está interesado en la sustentabilidad sobre el Desafío Tengamos VALOR. Se alegró de escucharlo y me animó fuertemente a hacerlo. Al principio, era un poco incómodo no usar artículos desechables, pero ahora estoy acostumbrado. Ya no lo encuentro inconveniente. Seguiré usando contenedores reutilizables.

Al principio, pensé que el desafío era difícil. Pero no fue así. Acabo de llevar mi botella de agua conmigo. Cuando conduzco con mis amigos, uso menos artículos desechables como pajitas de plástico que antes. El desafío fue aún más divertido porque lo hice con mis amigos.

Compré deliciosos dumplings al vapor en el restaurante al que voy regularmente. Cuando entregué mi recipiente para comida para llevar, al dueño le gustó y puso con cuidado los dumplings en el recipiente. No parece que haya contribuido mucho al medio ambiente, pero al hacerlo, pude evitar usar tres contenedores de espuma de poliestireno. Seré más valiente para usar mi contenedor en las tiendas participando en el desafío Tengamos VALOR.

Fui a un café con mis tías. Al principio fue incómodo mostrar mi vaso, pero una vez que lo usé, me alegré de haberlo hecho por el medio ambiente. Mientras tomaba una bebida, vi el recibo y me di cuenta de que obtuve un descuento porque ¡llevé mi propio vaso! Seguiré llevando mi vaso.

Estoy muy feliz de contribuir a la sostenibilidad ambiental simplemente usando un vaso.

Cada vez que bebía, usaba mi vaso y mi taza personal. Un café me dio un gran descuento de KRW 400 porque usé mi vaso personal. Dado que lavo mi propio vaso, no me preocupa cuán limpia está una taza de un café.

Serví corndogs en la reunión de estudio. Mis hijos y yo pusimos corndogs en un recipiente grande y los llevamos a la reunión. Un niño dijo que participó en el desafío Tengamos VALOR en una heladería con sus padres. También participaremos en el desafío de agosto con nuestros hijos.

Repartí los contenedores que traje de casa a los niños y les expliqué el desafío. Íbamos juntos a comprar donas y los niños estaban emocionados de participar en el desafío por el medio ambiente. El dueño de la tienda dijo que era bastante conveniente servirlo en un recipiente. Mientras comíamos donas juntos, uno de los niños estaba lleno y preguntó: “¿Puedo poner las sobras en el recipiente y traerle el recipiente más tarde?”. Le dije que podía hacerlo. Es genial actuar por el medio ambiente en nuestra vida diaria.

¡Estación de recarga de cereales! ¡Una oportunidad para pensar en el medio ambiente! ¡Puede comer tantos tipos de cereales como quiera! ¡Es un 20 % más barato que el precio normal! ¡Fue divertido, económico y sostenible!