“Tenemos más familiares”.

Es común durante los feriados que los ancianos calienten el lugar más cercano a la chimenea con el piso de ondol, esperando a sus nietos. Sin embargo, para aquellos que no tienen familia que los visite y llevan vidas solitarias debido a las circunstancias difíciles, los feriados aumentan su soledad. Al entregar arroz y briquetas a los ancianos, a fines del año pasado, los miembros de la Fundación de Bienestar Nueva Vida escucharon de parte de ellos: “Lo que más extrañamos es a las personas”. Los miembros no olvidaron estas palabras conmovedoras y organizaron un evento para que sintieran el amor familiar una vez más antes de los feriados.

El evento “Compartiendo el amor familiar con los ancianos que viven solos con motivo del Año Nuevo Lunar” significa literalmente que los miembros tratan a los ancianos como a sus padres durante un día. En la mañana del 8 de febrero, los miembros de la Fundación de Bienestar Nueva Vida y los peluqueros voluntarios de la organización patrocinadora “Beautiful tie” (Hermosa relación) dieron una alegre bienvenida a los ancianos en el salón de actos del tercer piso de la oficina de Geoyeo-2 dong, Songpa-gu, Seúl, Corea. Mientras cortaban el cabello de 70 ancianos a la vez, las risas y las conversaciones amistosas llenaron el salón.

Cuando las miembros se convirtieron en compañeras de conversación de Kim Seong-deok (83 años), que ha vivido sola por más de treinta años, ella expresó con lágrimas: “He vivido sola mucho tiempo y me conmuevo mucho por su amabilidad”. Lee Byeong-ae (74 años) se emocionó al ver a los miembros cortándoles el cabello con dedicación, diciendo: “Es difícil servir de esta manera. Son personas muy buenas”. Desde la anciana más joven, Park In-suk (65 años), hasta la mayor, Lee Byeong-hee (90 años), que había servido en el movimiento independentista, todos se transformaron en novios recién casados, elegantes y amables.

La Presidenta de la Fundación de Bienestar Nueva Vida, Zahng Gil-jah, visitó el lugar y manifestó el propósito del evento: “Hemos preparado este evento para compartir el cálido amor familiar con los ancianos solitarios”. Luego, tomó la mano de cada anciano y los consoló. Posteriormente, se convirtió en acompañante de las ancianas mientras les ayudaba a cortarse el cabello, y compartió con ellas cálido amor, repartiendo personalmente alimentos para el almuerzo.

Durante el servicio, muchas personas visitaron el lugar del evento. Lee Geun-sik, miembro de la Asamblea Nacional, animó a los miembros: “Son como ‘la lluvia acogedora en este mundo hostil’”. Asimismo, los concejales Cheon Han-hong y Mun Yun-won saludaron y expresaron su agradecimiento en nombre de los ancianos de Macheon-dong: “Los ancianos se han mantenido abrigados y saludables hasta ahora gracias al apoyo de la Fundación de Bienestar Nueva Vida que ofreció arroz y briquetas el año pasado. Incluso afirmaron que ustedes son mejores que sus propios hijos”.

Los miembros limpiaron el lugar después de finalizar el servicio de corte de cabello y sirvieron una mesa con abundante comida cuidadosamente preparada. Además, masajearon los hombros de los ancianos y los atendieron. Mientras terminaban de comer compartiendo charlas amistosas, los miembros Kim Je-hun y Kim Gyu-min sang entonaron maravillosas canciones, las cuales transmitieron placer y emoción a la audiencia. En respuesta a la actuación de estos dos miembros, una anciana cantó apasionadamente como si fuera una cantante profesional y les expresó su agradecimiento. El jefe de la oficina, Yang Dong-jeong, apoyó activamente a los miembros y deseó que continuasen manteniendo buenas relaciones. También felicitó a los miembros: “Pensaba que no había ángeles en el mundo, pero creo que los he encontrado aquí”.

Cuando el evento concluyó alrededor de las 3 p. m., la Presidenta Zahng Gil-jah deseó salud a los ancianos y les entregó arroz y abundantes obsequios festivos. Los miembros acompañaron a los ancianos hasta sus hogares con los regalos. Los ancianos se marcharon a casa con el corazón sosegado, prometiendo que no olvidarían la cálida cortesía de los miembros.

Mientras los ancianos disfrutaban de un gran momento, algunos miembros trabajaban afanosamente para reparar sus casas. Desde las 9 a. m. hasta las 5 p. m., empapelaron con sus hábiles manos el piso y las paredes, y repararon las instalaciones de las casas, e incluso las pintaron. Los miembros se ocuparon de las tareas domésticas con sinceridad, como los hijos que visitan a sus padres en su ciudad natal después de mucho tiempo. Tras cortarse el cabello y regresar a casa, los ancianos se alegraron al ver que sus casas estaban hermosamente decoradas. Algunos ancianos incluso compraron galletas y bebidas para agradecerles.

Los miembros afirmaron que se sentían muy felices de poder utilizar sus habilidades para algo que valiera la pena. Además, añadieron que ganaron más con el servicio al escuchar los buenos comentarios de los ancianos.