Un precioso regalo que quita la sed de mucho tiempo

El sistema de suministro de agua de Benín no está en buenas condiciones. Es extremadamente difícil conseguir agua potable fuera de la ciudad.

La situación no era diferente para la escuela secundaria Dodji-Sehe, Allada, a una hora de Cotonú. Como no había instalaciones de suministro de agua, alrededor de 130 estudiantes tenían que ir a otro pueblo, a varios kilómetros de la escuela, y sacar agua directamente. A cambio del agua, tenían que pagar 200 francos, el doble del valor de la comida. Los alumnos no podían beber agua a menudo porque es muy cara.

En septiembre de 2017, la sucursal de Benín de la Fundación Internacional WeLoveU se reunió con el Ministro de Descentralización de Benín y decidió instalar una bomba de agua en la escuela secundaria Dodji-Sehe. Con la bomba de agua, no solo los estudiantes, sino también unos 300 residentes de la zona que habían estado utilizando agua de lluvia como agua potable, podrían utilizar el agua libremente.

El 3 de octubre, comenzó el trabajo de excavación en el borde del patio de recreo de la escuela. La construcción se llevó a cabo durante un mes. La bomba se instaló el día 17 y el equipo de generación de energía eléctrica con energía solar se preparó el 30. El 13 de noviembre, se instaló con éxito la bomba de agua después de la construcción del piso.

El día en que se terminó la instalación, se realizó la ceremonia de finalización en el patio de recreo de la escuela. Edmond Zinsou, miembro de la Asamblea Nacional, el primer encargado adjunto interino de Allada, Marcelan Dansson Kpevi, el director del departamento de ayuda del ministro de descentralización, el director, maestros, miembros de la fundación y residentes; en total cerca de 150 personas asistieron a la ceremonia para celebrar su finalización.

“Necesitamos más ayuda en nuestras comunidades. Nos gustaría reunirnos nuevamente con la Fundación Internacional WeLoveU”, declaró el miembro de la Asamblea Nacional Zinsou. Expresó su aprecio por el arduo trabajo de la fundación y presentó el certificado de reconocimiento en nombre del Alcalde de Allada. Cuando los miembros de la fundación dijeron: “¡Cualquiera puede usar la bomba de agua gratis!”, los residentes gritaron de alegría. Mostraron su gratitud, regalando piñas (ananás) a los miembros.

Para los que tenían dificultades para conseguir agua, la bomba de agua fue un regalo precioso e incomparable. Los miembros desearon que los estudiantes y los residentes tuvieran el agua viva que sacia su sed y también desearon que siempre brote como agua de manantial.